IV JORNADAS AVANZANDO
Durante el fin de semana, los días 17 y 18 de noviembre, la asociación Avanzando Educación Especial ha organizado las IV JORNADAS DE FORMACIÓN con una participación de 150 personas (profesionales de la educación, principalmente, y padres). En esta ocasión dichas jornadas han estado dedicadas al DIAGNÓSTICO E INTERVENCIÓN DE NIÑOS CON TEL (Trastorno Específico de Lenguaje).
El viernes día 17, Marc Monfort, uno de los logopedas con más experiencia y conocimiento sobre el “trastorno específico de lenguaje”, comenzó su intervención diciendo que las personas “COMUNICAMOS para compartir y para que nos hagan caso, principalmente” anteponiendo esta necesidad a la de pedir para conseguir cosas.
Nos explicó el ponente que el TEL es:
- Un trastorno en la adquisición del lenguaje, en el que puede estar alterada tanto la comprensión como la expresión.
- Es específico, aunque él preferiría llamarlo trastorno primario, porque no se puede explicar por otras causas no relacionadas con el lenguaje.
- Presenta dificultad para codificar la información por vía auditiva, debido a que están alteradas las áreas cerebrales encargadas del procesamiento lingüístico, aunque para hablar –nos recordó– interviene todo el cerebro.
- Es un problema de entrada, no de salida.
- Los errores en su expresión no son más que las dificultades en procesar, interpretar y guardar en la memoria los modelos que recibe.
- Es un trastorno duradero, que no evoluciona espontáneamente hacia la normalización (esto lo diferencia del Retraso del lenguaje).
- Su expresión es deficiente porque las frases las estructura en el orden impuesto por el pensamiento, con ausencia de nexos y marcadores morfológicos, en los casos más graves.
- Es compatible con otros cuadros patológicos (comorbilidad).
- Forma un continuo sin fronteras precisas entre casos leves, casos graves de TEL mixto (alterada tanto la comprensión como la expresión) y los casos menos graves de TEA (trastorno de espectro autista).
- Para su diagnóstico, que Marc prefiere llamar identificación, hay que hacerlo de tres formas: por exclusión, evolución y por la especificidad de los síntomas.
- No se sabe la causa, solo que tiene una base genética.
- Hay distintos tipos de TEL según esté afectada la comprensión, la expresión o ambas, llamados Mixtos, que a su vez incluyen: la agnosia auditiva verbal, el síndrome fonológico-sintáctico, léxico-sintáctico y el déficit semántico-pragmático.
- Para su diagnóstico hay que realizar pruebas, registros de conductas, escalas normativas y cuestionarios.
Explicó la situación paradójica que se produce en este trastorno: cuando un niño es precoz para hablar, recibe muchos estímulos; pero si es tardío en hablar o poco hablador, entonces recibe la mitad de los estímulos, justo lo contrario que hay que hacer. Además, “un niño nunca es vago para hablar, es que tiene dificultades”.
Un niño TEL no recibe gratificaciones porque se tiende a pensar que no se esfuerza, por lo que sus dificultades no son reflejo simplemente de la causa, sino también de su historia, de la interacción con su entorno.
Durante la mañana del sábado, Isabelle Monfort explicó la intervención en el TEL, destacando la idea de que estos niños requieren tres cosas: más veces, más claro y más divertido.
Más veces, porque es necesario mayor número de oportunidades, por eso hay que trabajar con las familias para que aprendan a relacionarse adecuadamente con ellos.
Más claro, por tanto hay que proporcionarle estrategias implícitas y explícitas, destacando particularmente la importancia del sistema bimodal. Este sistema, según expuso Isabelle, facilita la comprensión, al proporcionarle al niño una fuente visual, ya que es el procesamiento auditivo lo que está afectado; también facilita la expresión en casos graves, ya que el gesto es un evocador de la palabra, y la visualización de los nexos, en los casos menos afectados de agramatismo.
Más divertido, hay distintos niveles de intervención pero el más completo es a través de la estimulación natural en situaciones reales, ya que cuando se trabaja con estimulación funcional y formal hay que asegurarse que sea un aprendizaje real y no un mero entrenamiento cognitivo. La lectura es una estimulación formal muy útil.
Para terminar, recordar que cuando los niños son mayores siguen teniendo dificultades si se les habla deprisa o de forma ambigua, porque las dificultades de procesamiento permanecen.