VI Jornadas «Avanzando» – Resumen –

VI  JORNADAS AVANZANDO

El pasado 17 de Noviembre de 2018 la “Asociación Avanzando, Educación Especial” celebró sus VI Jornadas dedicadas a Neurodidáctica y ¿Cómo aprende el cerebro? Los avances en neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y ver el importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de nuevos conocimientos.

[En la actualidad se ha demostrado científicamente que, ya sea en las aulas o en la vida, no se consigue un conocimiento al memorizar, ni al repetirlo una y otra vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. Las emociones, el aprendizaje y la memoria están estrechamente relacionadas. Desde el punto de vista de la neurociencia educativa cabe destacar que la inteligencia es un concepto multidimensional y los niños aprenden socialmente. Para desarrollar toda esta temática, hemos contado en estas Jornadas con la presencia de CHEMA LÁZARO, maestro de educación primaria. Profesor  del Master de Neurodidáctica, en la Universidad Rey Juan Carlos.

. Profesor  de la asignatura de Innovación  Educativa en el Master del Profesorado en UJC.

. Premio nacional de Educación en el 2013.

. Creador del blog PIZARRAS ABIERTAS donde muestra la forma de trabajar dentro de un aula neurodidáctica.

. Cofundador de NIUCO educación, empresa dedicada a asesorar a entidades educativas para diseñar escenarios de aprendizaje neurofuncionales.

Las jornadas fueron  eminentemente prácticas, pues tal y como nos había adelantado Juana, vicepresidenta de la Asociación, en la presentación del ponente y según el mismo: “Los aprendizajes se aprenden a través de la acción y sobre todo emocionándonos” y así fue.

Para definir el concepto de NEURODIDÁCTICA como la intersección de tres disciplinas (Neurociencia,  Psicología y Pedagogía), y posteriormente para identificar los neuromitos, utilizamos una aplicación en nuestros móviles (kahoot.it) a través de la cual y en tiempo real, fuimos descubriendo por equipos los falsos mitos sobre el cerebro, de una forma totalmente activa y emocionante.

En el módulo de NEUROPLASTICIDAD (el cerebro cambia con la experiencia), insistió en la necesidad de personalizar el aprendizaje, ya que el “Todo para todos” que con frecuencia se utiliza en educación, no funciona porque cada cerebro es único. Señaló  que es  necesaria la repetición para consolidar los aprendizajes y que también se aprende por la observación de los demás, gracias a las neuronas espejo, por lo que es más adecuado situar a los alumnos en semicírculo y no en filas. Como  el cerebro es social, porque se construye con los iguales y la sociedad, hay que fomentar el trabajo cooperativo.

Como consecuencia de esta plasticidad, hay que transmitir a nuestros alumnos la mentalidad de crecimiento, y  “El poder del todavía”: No sabes hacer esto todavía, pero puedes llegar a ser la mejor versión de ti mismo”; evitando algo tan frecuente como “Soy muy malo en matemáticas o no sé dibujar”, como algo inalterable.

El objetivo de la educación no es que vayan a la universidad, si no proporcionarles aprendizajes para establecer nuevas conexiones neuronales, conectados a su vez a otros cerebros, formando un cerebro social, aprendiendo a aprender  y desarrollando un autoconcepto positivo.

También incidió en el concepto de Epigenética y cómo la experiencia se incorpora a los genes, de ahí la importancia del educador como generador de ecosistemas de aprendizajes. En cuanto a  LAS EMOCIONES, lo que podemos hacer en el aula es en primer lugar, identificarlas y enseñar a los alumnos a observar cómo se sienten y por qué, y los cambios físicos que se producen; en segundo lugar expresarlas etiquetándolas (te pasa esto y es debido a…) y por último y fundamental, regularlas, ayudándoles a gestionarlas.

La inteligencia intelectual más la emocional es la habilidad para solucionar problemas (definición de inteligencia).

Según  el neurocientífico Francisco Mora, la curiosidad, lo que es diferente y sobresale en el entorno, enciende la emoción, y con ella se abren las ventanas de la atención, foco necesario para la creación del conocimiento. Llegamos así a la MOTIVACIÓN que tiene las siguientes fases: DAS (deseo-acción-satisfacción).

Primero, el deseo activa la amígdala en el sistema límbico,  liberando Dopamina (neurotransmisor), conectando todas las regiones del  cerebro. Este deseo activa una segunda fase que es la acción, en el área prefrontal de nuestro cerebro, liberando adrenalina. Y una vez realizada la acción, se activa la 3º fase, en la región límbica, liberando serotonina que nos produce la satisfacción y el placer.

Por lo tanto en nuestros alumnos hay que generares un deseo, que provoque una acción y que ésta tenga una satisfacción pues si no la hay, la motivación cae en picado. Las situaciones placenteras querrán volver a repetirlas para recibir satisfacción.

En cuanto a las variables de la motivación, están las contextuales (profesor, compañeros, tarea y entorno) y las personales, tanto cognitivas (destrezas, conocimientos…) como afectivas (emociones, creencias, autopercepción…)

¿Cómo nos gusta aprender y qué variables influyen?

  • El trabajo en equipo de los profesores es lo primero que perciben.
  • La autoevaluación, tomando el alumno conciencia de su propio aprendizaje.
  • La relación profesor-alumno, queriéndolos por lo que son y no por lo que hacen.
  • Trabajo cooperativo y grupal.

Cooperar es una necesidad según los estudios realizados, pues se ha comprobado una incidencia positiva del trabajo cooperativo sobre la motivación y el aprendizaje de los alumnos, por encima del competitivo o del individualista.

Para explicar el módulo de la ATENCIÓN, nos puso un curioso vídeo donde pudimos comprobar que es un recurso “superlimitado” y muy variado.

Analizamos las distintas estrategias que podemos utilizar en clase como es el humor, la curiosidad, recompensas, trabajo cooperativo, las disonancias cognitivas, narrativas,  la sorpresa, actividades multisensoriales, organizadores visuales y  el juego.

Las tres redes atencionales son: alerta (inconsciente), orientada     (inconsciente) y concentración (consciente) y hay que tener en cuenta que se recuerda mejor al principio y al final, por lo que las clases tienen que empezar y acabar con lo importante, cerrando la sesión mediante la escalera de la metacognición a través de las siguientes preguntas: ¿qué he aprendido? ¿cómo lo he aprendido? ¿para qué me sirve? ¿en qué otros aspectos o contextos puedo usarlo? ¿en qué he tenido dificultades y cómo puedo solucionarlo? Y ¿me lo he pasado bien?

Por tanto una sesión neuro estaría organizada de la siguiente forma:

Activación: incluyendo la motivación (qué curioso, esto me interesa) y la activación de conocimientos previos.

Construcción: con entrada de información variable y testeo de comprensión; la motivación sería el alumno como protagonista y los retos propuestos.

Consolidación: aprender haciendo y repeticiones diversas.

Evaluación: reto conseguido y diagnóstico; para motivación del alumno, la autoevaluación estando los objetivos claros desde el principio. Respecto a LA MEMORIA, hay que hacer un buen uso de ella, pues la memoria a largo plazo va unida a la emoción y se almacena en el hipocampo. La memoria a corto plazo  o de trabajo, busca la información en el lóbulo frontal y conforme se consolida el aprendizaje, se convierte en memoria a largo plazo y pasa a ser emocional. Tanto la emociones agradables como desagradables se almacenan además, asociadas a estímulos relacionales.

Nuestra educación actualmente es bulímica, funciona porque apruebas, pero según estudios realizados a las 48-72 horas se olvida si no ha sido significativo el aprendizaje.

Como es interesante utilizar juegos en los que se emplee las distintas memorias: visual, motora, auditiva, procedimental…, estuvimos jugando para analizar los tipos de memoria que requería cada juego.

Después nos dio las 6 ”R” para la formación de memorias de largo plazo:

Relevancia (trabajando desde sus intereses).

Reflexión (integrando los conocimientos previos).

Recodificación (generando material propio).

Retroalimentación positiva (evaluar para aprender)

Repetir (practicando de forma variada y multisensorial).

Repaso (recordando sistemáticamente lo aprendido). Por último vimos el módulo de las FUNCIONES EJECUTIVAS que son como el patrón del barco, y las podemos dividir en:

  • Las que inician la acción: atención, automotivación y control emocional.
  • Las que gestionan la acción: inhibición, elección de metas, planificación y organización, perseverancia y flexibilidad cognitiva.

La forma de poner en práctica todas estas funciones fue a través del juego Break out; para lo cual tuvimos que descifrar diferentes códigos y con ellos conseguir abrir la caja y descubrir el enigma que contenía. Para conseguirlo era necesario trabajar en equipo.

Las razones para utilizar este tipo de juegos en el aula son las siguientes: es divertido, adaptable para trabajar cualquier temática, está centrado en el alumno, promueve la colaboración, está basado en el aprendizaje basado en problemas, exige comunicación, promueve la perseverancia, pone en funcionamiento operaciones mentales como la inferencia y el razonamiento hipotético, colabora al aprendizaje bajo presión y por último, convierte a los alumnos en investigadores.

Y como resumen de todo lo aprendido, podemos decir que LAS CLAVES CEREBRALES DEL APRENDIZAJE son:

La  plasticidad del cerebro que nos permite aprender a los largo de toda la vida.

Las  emociones como condicionantes del aprendizaje.

La motivación es la que activa y dirige la conducta, la responsable de mantener la atención y sostenerla en el tiempo.

La atención permite enfocar los órganos de los sentidos sobre determinada información, aquella que es relevante para la realización de la actividad en curso mientras se inhiben otros estímulos presentes pero irrelevantes.

La memoria son los cambios que se producen en nuestro cerebro para retener lo que aprendemos, es decir, aprendizaje y memoria son dos procesos íntimamente ligados, el primero no existe sin el segundo.

Funciones ejecutivas son el conjunto de operaciones mentales que permiten a la inteligencia ejecutiva elegir objetivos, elaborar proyectos y organizar la acción para realizarlos. Son en definitiva las que nos permiten llevar a cabo la toma de decisiones de forma consciente.

Para finalizar las jornadas y como no podía ser de otra forma, nos hizo ver de forma práctica -construyendo un avión de papel con un folio incompleto y diferente para cada uno de los asistentes-, como nosotros como educadores, pretendemos que todos nuestros alumnos aprendan lo mismo y de la misma forma; Partimos de la idea de que todos tenemos el mismo papel (cerebro) y no es así; cada uno tiene uno y con él “hay que hacerle volar su avión”.

Según Chema Lázaro lo fundamental en los educadores es la coherencia, la capacidad de reflexión y crítica sobre su práctica educativa, y la gran sensibilidad por la individualización del aprendizaje.

Desde la Asociación Avanzando, damos las gracias a Chema Lázaro por su colaboración.

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